Probablemente es esta mosca en todas sus variantes uno de los montajes que más salmones ha seducido en aguas europeas y sobretodo islandesas desde que se empezara a popularizar en la década de los setenta.
Este “engendro” que por sus ineludibles antenas parece querer imitar a una quisquilla ha tenido a lo largo de los años nombres como Prawn fly, Black eyed prawn o Monster.